Nos estamos volviendo locos: IMSS

Según reportes médicos, en México una cuarta parte de la población sufre de algún trastorno de la personalidad; el más común es la depresión, una enfermedad crónica que puede llegar a ser altamente incapacitante.

Como pueden ver, en México nos estamos volviendo locos. Así nos traen nuestros gobernantes, autoridades judiciales, nosotros mismos. Nos encaminamos inexorablemente hacia el blanco resplandor de un manicomio. Simplemente, no le damos importancia. Yo sería aún más realista en cuanto a las cifras del IMSS y diría que como mínimo, un 75 por ciento de la población sufre de algún trastorno de la personalidad mientras al 15 por ciento restante... ya se lo diagnosticaron.

México, a la alza en trastornos mentales.

Para 2020 la depresión causará mayor número de incapacidad laboral.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atiende a más de un millón de pacientes con algún tipo de trastorno mental cada año y presta su servicio a casi la mitad de la población, 45 millones de derechohabientes. A nivel nacional se estima que más de 25 millones de mexicanos presentan desórdenes de conducta, depresión y ansiedad.

Según un comunicado y de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS) para 2020 la depresión será uno de los trastornos que cause mayor número de incapacidades laborales, físicas y sociales. En 2007 el IMSS atendió a un millón 49 mil 344 derechohabientes por algún trastorno mental; tan sólo por ansiedad se otorgaron unas 600 mil consultas, mientras que por depresión fueron poco más de 250 mil. Estas dos patologías fueron las más comunes y con mayor prevalencia en la población.

Médicos del IMSS explicaron que un trastorno mental es un estado patológico que se caracteriza por tener una duración de meses o años, genera malestar y afecta en buena medida la vida de la persona que lo padece; a diferencia de otras enfermedades, aún se desconocen las causas que lo originan. Las personas con mayor predisposición a padecer alguna patología mental se ubican dentro el factor hereditario, es decir porque sus padres, tíos o abuelos tuvieron algún desorden de conducta.

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